alardeó de ser la primera en rendir culto al emperador. Este alarde agradó a los administradores romanos, quienes promovieron la paz y la unidad que caracterizaron el espíritu de Roma en todo el imperio. William Barclay escribe que, para hacer tangible el espíritu de Roma, los romanos presentaban al emperador como su encarnación, y por ello surgió el culto al emperador. Aunque algunos de los primeros emperadores desacreditaron este culto, el pueblo le fue dando fuerza hasta el punto de que se llegó
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